Además de ser el primer animal domesticado, el perro encabeza la lista de mascotas más apreciadas en la mayoría de países. Pese a sus beneficios, dar la bienvenida a un can en la familia conlleva una serie de obligaciones, como la contratación de un seguro de responsabilidad civil, presente en la póliza para mascotas adeslas, por ejemplo.
La elección de la raza no es una cuestión baladí. Aspectos como la morfología o el carácter presentan diferentes notables entre un caniche francés, un labrador o un dálmata. En caso de buscar un compañero de juegos fiel y tolerante con los más pequeños, el golden retriever es una opción recomendada. En cambio, la apariencia juguetona del teckel o perro salchicha resulta engañosa, pues el historial cinegético de esta raza la hace impredecible, si bien tiene fama de cariñoso y familiar.
Por otra parte, la integración del perro en su nuevo hogar debe considerarse con detenimiento. En entornos con niños y adolescentes, se aconseja prepararlos para asumir con éxito el cuidado del animal. Son muchos los libros y programas de televisión que pueden orientar en esta tarea. Sin un comportamiento responsable por parte de todos, no quedará más remedios que devolver el can a la perrera o centro de protección animal.
Además, el mantenimiento del perro conlleva un coste económico. Además del seguro para mascotas, deben contemplarse los gastos asociados a las vacunas, la alimentación, los productos de higiene personal, el transportín y otros accesorios.
Los perros, como sus compañeros humanos, son vulnerables a enfermedades y accidentes. Mentalizarse de que su pérdida es una posibilidad real es necesario para minimizar el golpe emocional.
Con todo y eso, los primeros días son arduos de sobrellevar, ya que los perros deben habituarse a los ritmos circadianos de la familia, hasta interiorizar los horarios de alimentación, del paseo, del sueño, etcétera.