Estuve en el concesionario para comprar una caravana ocasion, ojeando las muchas opciones que tenían disponibles. Estaba pensando en comprar una de segunda mano, pero no estaba seguro de si sería una buena idea.
El vendedor se acercó a mí y empezó a hablarme de las ventajas de tener una caravana. Me dijo que era la forma perfecta de pasar las vacaciones de verano con libertad y flexibilidad. Le dije que no estaba seguro de que fuera una buena idea, porque no sabía si había alguna norma de convivencia que debiese tener en cuenta. Me dijo que definitivamente había algunas reglas, pero que eran fáciles de seguir. Me dijo que no se puede utilizar una autocaravana como un coche particular o que no puedes pasar la noche donde te apetezca, solo en las zonas habilitadas para ello. Le agradecí la información y le dije que me lo pensaría.
Al final, decidí comprar una autocaravana de ocasión de segunda mano de unos 8 años de antigüedad con 4 plazas para viajar y dormir, nevera, cocina y un pequeño cuarto de baño con ducha. Fue una gran decisión, porque pasamos unas vacaciones de verano increíbles y no tuvimos ningún problema de convivencia en los parkings de autocaravanas o campings donde pasamos la mayoría del tiempo. Hemos dormido y despertado en lugares idílicos, también hemos aprendido cosas que no sabíamos cómo solucionar e incluso hemos hecho amistades con otros ‘furgoneteros’. Hay que tener cuidado con los residuos que se generan, saber dónde vaciar las aguas negras y grises o cómo no molestar ni a los habitantes del lugar donde pernoctas o al resto de ‘campistas’ de la misma área de autocaravanas.
Si estás pensando en comprar una autocaravana, definitivamente te lo recomiendo. Es una inversión que te dará muchos recuerdos felices. Sólo asegúrate de seguir las normas de convivencia para que todos puedan disfrutar de la experiencia.