Las sombrillas son elementos imprescindibles para las terrazas, sobre todo en verano. Pero también en invierno se usan para cubrirse del sol en las horas del mediodía e incluso para protegerse de un chaparrón o estar algo más recogidos de la intemperie o del rocío nocturno.
El tamaño de las sombrillas es muy importante ya que toda la terraza debe de quedar cubierta y protegida. No hay nada más incómodo que estar tomando algo y que al moverse el sol comience a darnos en el rostro la luz o a molestarnos en la cabeza. Por eso, una sombrilla 3 metros es ideal para que toda el área de la mesa, incluso de más de una mesa, quede perfectamente resguardada.
Las sombrillas de gran tamaño ofrecen otra ventaja adicional y es que no es necesario tener un gran número de ellas, sino que con unas pocas se consigue cubrir la totalidad de la terraza. De esta forma, tampoco resultan tan inoportunas ni ocupan tanto espacio por el medio.
Tan importante como el tamaño de la sombrilla es su calidad. Pero esto es especialmente destacable en una sombrilla XXL. La tela debe proteger totalmente, sin dejar pasar el sol pero tampoco su calor. Así, la temperatura de la terraza será siempre agradable. Debe de ser una tela absolutamente impermeable y además tiene que resultar fácil de limpiar para que no se vea con manchas y deslucida.
El mástil de la sombrilla debe de ser muy resistente y tienen que contar con un pie suficientemente estable que impida que puedan caerse o volcarse. Esto no solo evitará incomodidades, sino también accidentes que pueden llegar a ser muy incómodos y que incluso pueden llegar a poner en riesgo la seguridad de los clientes de los locales.
Por último pero no menos importante, la sombrilla también debe de ser bonita, ya que va a ser muy visible. Especialmente cuando se trata de elementos tan grandes, lo mejor es elegir una tela de calidad, que se vea bien pero que tenga un tono neutro y elegante que pueda combinar fácilmente con el resto de la decoración del local sin resultar agresiva con el entorno.
Los colores como los beige, tierra o los tostados suelen ser los más solicitados para este tipo de elementos, mientras que los blancos se han descartado por lo complicado que resulta mantenerlos impecables durante todo el día.