El sector conservero español es un referente a nivel internacional por su variedad y excelencia. Año tras año, sus principales marcas y productos se posicionan en lo más alto del ranking World’s Best 101 Canned Food Products from the Sea. Pese a ello, no todas las latas y conservas comercializadas en España ofrecen la misma calidad.
Por este motivo, se recomienda prestar atención a las distintas denominaciones de origen (DO, DOP y D.O. Ca.) a la hora de Comprar Conserva gourmet de mejillones fritos en escabeche, bonito del norte, anchoas, etcétera. Sólo España existen un centenar de ellas, por lo que no será difícil encontrarlas, siendo una garantía de calidad.
Además, es aconsejable decantarse por latas y conservar al natural; en caso de incorporar aceite vegetal, preferiblemente será aceite de oliva virgen extra. De igual forma, en líneas generales, deben evitarse los productos con sal o azúcar y con aditivos artificiales.
La marca y su prestigio puede inclinar la balanza de manera decisiva hacia determinados productos. Así, los pertenecientes a conserveras gallegas y cántabras (Real Conservera Español, La brújula, etcétera) reciben una merecida demanda dentro y fuera de nuestras fronteras por la alta calidad de su origen y la reputación de sus productores.
Más allá del contenido y origen del producto, este debe elegirse atendiendo a su óptimo estado de conservación externo, es decir, de acuerdo a la apariencia de la lata. Estas deben almacenarse en entornos frescos y secos, a resguardo de fuentes de calor y de exposición solar directa. Por tanto, no es recomendable adquirir conservas en establecimientos comerciales donde se vulneren algunas de estas pautas.
Igualmente, deben evitarse las conservas que presenten abolladuras, arañazos y cualquier tipo de deterioro, incluso los signos de la oxidación, hinchazón o mal olor. Los consumidores dispuestos a pasar por alto estas señales de alerta podría pagar un alto precio en forma de botulismo y otras enfermedades.