¿Aguantan los muebles de exterior todo el año fuera?

Cuando se compran muebles de jardin exterior normalmente se hace en verano. Y muchas veces nos dejamos llevar por la emoción del momento: son muebles muy bonitos, nuestro jardín se ve elegante y muy relajante y, además, conseguimos tal vez un buen precio. Pero, cuando llega el frío y la lluvia llegan las preguntas: ¿Soportarán el paso del invierno?

Lo cierto es que antes de comprar muebles para exterior deberíamos de hacernos la pregunta de si van a soportar la intemperie en invierno. Porque la mayoría de nosotros no contamos con espacio para poder almacenar mesas, sofás o sillas cuando llega el mal tiempo.

La mayoría de los muebles económicos que compramos en grandes superficies no soportan bien el paso del invierno dejándolos fuera. Algunos sufren los cambios de volumen debidos a los cambios en la temperatura y acaban sufriendo rupturas. Otros, con la humedad, cogen moho y se ennegrecen perdiendo sus bonitos colores inmaculados. Algunos, pueden llegar a estropearse con la humedad si estamos en una zona en la que llueve demasiado.

Es importante fijarse en los materiales, pero también en el lugar en el que van a colocarse. Si estamos en una zona en la que en invierno sopla mucho el viento, lo mejor es optar por el acero inoxidable para el armazón de los muebles de exterior. Este material es pesado y no es fácil que los muebles sean arrastrados por el viento. Además, es un material que no se deforma con el sol o con la lluvia.

El aluminio puede ser ideal si se trata de una terraza que no esté expuesta al viento. Si es de calidad, aguantará muchos años impecable. No en vano es el material con el que se fabrican las puertas de exterior o las ventanas de las casas.

Los muebles de madera, si son de buena calidad, pueden quedar fuera, pero deberán de barnizarse cada año si se mojan mucho y les da el sol con intensidad, lo que hace que no resulten prácticos en absoluto. Pero pueden estar bien si la madera está tratada y resulta que la terraza está bastante resguardada.

En cuanto a los muebles de fibras, los más resistentes son los de fibras artificiales, pero el calor y el frío pueden causar dilataciones y contracciones que acaben rompiendo las mismas, sobre todo si están expuestas a temperaturas muy extremas.

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