Pasar es fuente de salud para tu perro, pero la mayoría de los animales necesitan diferentes tipos de paseos para poder cubrir todas sus necesidades. Hay razas poco activas que con dos tipos de paseos se ven más que satisfechas, pero otras que precisan de los tres para cumplir con todas sus necesidades tanto físicas como psicológicas. Te contamos qué tres tipos de paseos debes de darle a tu perro para que esté en plena forma y, de paso, también tú camines y te mantengas saludable.
- Los paseos para hacer pis. Son imprescindibles para el animal que no tiene la suerte de contar con un terreno en casa al que poder salir para cubrir esta necesidad. No es necesario que sean paseos muy largos, pero sí que tengan unos horarios fijos para que el animal se acostumbre a salir a hacer sus cosas siempre a la misma hora. Hay que crear estas rutinas desde que son pequeños. Cuando son cachorros es probable que precisen salir incluso seis veces al día para acostumbrarse. Un perro adulto suele estar satisfecho con tres o con cuatro salidas al día y, ya anciano, puede necesitar salir más veces porque retendrá peor la orina.
- El paso largo del día. Uno de los paseos del día tiene que ser, necesariamente, largo. No se trata de que el perro salga, haga sus cosas y ya, sino que hay que ejercitarlo. Un paseo que dure entre media hora y una hora, dependiendo de lo que necesite cada raza, es imprescindible para que el perro pueda olfatear, moverse y, si es posible, jugar con otros perros en un parque habilitado. Siempre que sea posible ir a uno de estos lugares cerrados para soltarlo y que juegue de forma más libre, hay que hacerlo.
- El paseo super del fin de semana. Es más que un paseo más largo, se trata de que el animal pueda ir a algún lugar diferente, como por ejemplo a una gran zona verde en la que disfrutar de olfatear cosas nuevas y estar en contacto con la naturaleza. Este paseo no solo le viene bien para su cuerpo, también para su mente. Si es en un lugar en el que pueda correr y disfrutar del entorno, mejor todavía. Pero hay que evitar soltarlos en lugares en los que no está permitido o pueden correr riesgos.